Antiguamente los dos únicos hospitales que había en la Villa eran el de San Lázaro (cerca de San Nicolás en el barrio de la Esperanza) y el de los Santos Juanes, ubicado junto a la antigua iglesia del mismo nombre.
Es evidente que con el aumento de la población de 6000 a 11000 habitantes en la segunda mitad del siglo, había que construir un nuevo hospital más amplio y más moderno. Es cuando se traslada a Basurto y se construye un nuevo hospital del que puso la primera piedra la Reina regente y su hijo Alfonso XIII.
Cuando se trasladó el hospital quedó un edificio vacío que se ocupó con la nueva escuela de Artes y Oficios. Fue un sitio muy importante desde que se inauguró a principios del siglo XX.
En 1910, terminadas las obras de adecuación se impartió el primer curso que contaría con el idioma inglés. Dado que las actividades industriales y mercantiles con los ingleses tenían mucho peso en aquellos años. Una parte del nuevo edificio, la planta baja, decidió habilitarse para una biblioteca, que contaba con más de 1.800 obras catalogadas en: ciencia, construcción y arquitectura, arte, industria y diccionarios.
Aquí se ubicó el primer museo de bellas artes de la Villa. Inaugurado en 1914 con una exposición de el Greco. Estuvieron conviviendo en el mismo edificio la escuela de Artes y oficios y el museo hasta 1945 que se trasladó a la actual ubicación en el parque de Doña Casilda (parque de los patos).
El director de tan importante escuela, desde 1900 a 1932, fue Don Emilio Campuzano, ingeniero industrial y profesor de la escuela durante 50 años. Fue quien consiguió crear una escuela de capataces como puente entre ingenieros y obreros.
De aquí salieron importantes nombres como: Francisco Durrio, Higinio de Basterra, Ricardo Arrue, etc... Don Ricardo de Bastida, autor de la Alhóndiga, la casa Cuna, etc, fue vicedirector de la escuela. Él fue quien en 1911-1912, redactó una memoria concretando un boceto de programa de reestructuración docente, ya que la Junta directiva quería mejorar el plan de estudios.
Todos estos personajes han dejado obras importantes en la capital, por ejemplo Francisco Durrio nos dejó el monumento a Arriaga que hay en el museo del parque Doña Casilda, la mujer desnuda con el arpa, que tuvo que ser quitada durante la dictadura ya que se consideraba inmoral. O también Higinio de Basterra que diseño diferentes grupos escultóricos para los cementerios de Derio, Begoña, Gernika...
Hablando del actual sitio que ocupa, tenemos la fuente de la plaza de los Santos Juanes que estuvo en su día en el puente viejo de San Antón como punto de aguada en el embarcadero. Diseñada por Luis Paret en 1785. Al ser destruido el puente en 1882 la trasladaron a su actual ubicación al lado del instituto politécnico de Atxuri. Una curiosidad que no muchos conocen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario